El Día del Niño es una tradición profundamente arraigada en nuestra sociedad. Los antecedentes del evento tienen lugar en 1945, cuando los fabricantes de juguetes comenzaron a juntar donaciones para hospitales, escuelas y orfanatos a inicios de cada mes de agosto.
Esta iniciativa, con una fuerte impronta solidaria, comenzó afianzarse hacia la década del 50 y los socios de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, reconocieron la necesidad de contar con una fecha en el calendario para celebrar el afecto hacia la niñez, centro y destino de todas nuestras preocupaciones, reserva magnífica de valores humanos.
En el plano internacional, en 1959 se firmó la Declaración de los Derechos del Niño y el 20 de noviembre de 1989, se aprobó la Convención Sobre los Derechos del Niño en la cual, en su art. 31, los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes.
Actualmente, en Argentina festejamos el día de todas nuestras niñas y niños cada tercer domingo de agosto.